domingo, 17 de mayo de 2009

Una piedra en el camino ...

Os acordáis de la canción?

... Una piedra en el camino... me enseñó que mi destino... era rodar y rodar... rodar y rodar.

Yo lo cambiaría por:

...Una piedra en el camino... me enséñó que mi destino... era subir al Montcau, Montcau, Montcau.

Señores Ciclopetaos: menudo empacho de piedrecitas que he tenido hoy. Menú servido por los amantes de los pedruscos: primero unas cuestas de esas que le gustan a nuestros fieras, y luego el atracón final: subida al Montcau.

La cosa ha empezado con una premonición. Salgo de casa y veo pasar un grupo de bikers entre los que me parece reconocer el particular estilo de pedaleo de Sando, y me digo "hoy mis amiguetes Ciclopetaos tienen prisa por llegar a algún sitio...", me uno al pelotón y me dicen, no recuerdo quién, "hoy nos vamos a subir al Montcau". Y yo pienso, "que raro, eso del Montcau me suena que es un pedregal", pero me dejo llevar por un ataque de audacia, y me voy con ellos, aunque una voz interior me decía "...hoy toca sufrir, amiguete...".

Y que os voy a decir: pues dos caidas, una de ellas me ha dejado la muñeca derecha bien marcadita, unas subidas cuya dureza no sólo residía en el desnivel, sino, sobre todo, en una superficie que parecía mismamente la tartera del Pedraforca, con piedras de todas los tipos y formas. La irregularidad del terreno, sumada a mi absoluta falta de destreza en MTB me han hecho sufrir de lo lindo. No sólo por caerme, por tener que poner pie a tierra, etc., sino también porqué he obligado a que mis amiguetes Ciclopetaos me tuvieran que ir esperando en gran parte del trayecto. Lo siento chicos, ya me iré acostumbrando. No cogía la MTB desde el día de la Crono y la inactividad se nota.

De todas maneras os tengo que subir que vale la pena el esfuerzo: el Montcau es un cima del que se divisan unas vistas impresionantes: Montserrat, el Penedes, el Garraf, además el día ha acompañado y hemos tenido una visibilidad muy buena.





Yo albergaba la esperanza de que la vuelta fuera por otra pista, con menos piedras. Al empezar a bajar Sando ya me avisaba "ojito que la bajada es peligrosa!". Yo os diría que la bajada no es peligrosa, no, si la subida era un crimen, la bajada era, simplemente, un atentado contra la humanidad, me ha sorprendido que no hubiera cuerdas fijas instaladas y algún servicio de alquiler de piolets. Los que han bajado encima de la bici han sido los monstruos Petrelli y Victor, a los que incluso he visto "jugando" a subir parte de la subida mientras esperaban a los rezagados. Acojonante.

Luego ya hemos ido por parajes más humanos, por pistas con alguna piedra, pero más adaptados a alguien de mis características. Ya de vuelta hemos subido la Creu de l'Aragall por carretera (que maravilla). He intentado subir al ritmo de los máquinas, pero he aguantado menos de 1km en descolgarme. Luego he seguido a un ritmo alegre, intentando regular fuerzas. Noto la falta de entrenamiento, con 1 día a la semana de bici es imposible estar a la altura de estos fueras de serie.

La salida ha sido estupenda, pese a todo lo que os explico lo volvería a hacer sin dudarlo y espero que en próximas ocasiones sea capaz de manejarme mejor con las piedras. Aunque, dejadme que os lo diga: si puedo elegir, mejor dadme a Gloria (ya con los radios arreglados, gracias Pedro!) y una carretera bien asfaltada!!!

Salut i Pelas.





Ahhh!!! Por cierto, os habréis preguntado por Luigi. No aparece en la foto de los guerreros del Montcau, no se le ha mencionado... Efectivamente, Luigi no ha salido en bici, el tio sigue aplicando la máxima "arrosito y playita". Más o menos cuando los Ciclopetaos intentaban recuperarse del esfuerzo, recibí en mi móvil un mensajito donde se aprecia el gran entrenamiento que Luigi se pegó el domingo... Sin comentarios!


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